jueves, diciembre 29, 2011

Uno más, solo uno más... conmigo y ustedes


Heme aquí, en plena madrugada de un día cualquiera en el caluroso clima del caribe. Viendo hacía oriente.
Ha terminado un año más, una muesca más en la pared de mis anécdotas donde, desde hace un par de años, me da por grabar lo más profundo de mis emociones, de mis anécdotas y de mis pensares.
Este año fue de logros, en todos los sentidos y sin embargo con algunos pendientes. Nunca un año me llevo a emprender proyectos que involucraran plazos largos, siempre viví en la medianía de lo posible, de lo tangible, de lo probable. Hoy fue distinto, hoy he dejado un techo construido con mis manos para los hijos que el destino me trajo cual bendición en tiempos oscuros. Hoy pude sajar las malditas deudas que a todos los mortales nos agobian por el simple hecho de necesitar un poco más que poder. Sin embargo ahí la llevamos.
Este año fue de los más satisfactorios, por todos lados, este año deje de llorar por lo que no valía la pena, este año busque respuestas que fueron contestadas, este año mi trabajo, el cual era un mal karma, dejo de serlo por el simple hecho de saber como hacerlo y de saber como lograr más con él.
2011 fue el último año. ¿Por qué? Porque hoy podría morirme sin más ni más con la plena satisfacción del deber cumplido, de la vida recorrida, de las responsabilidades atendidas.
No puedo más que empezar con los merecidos reconocimientos a todos y cada uno de los que ayudaron a crear este nuevo capitulo concluido de la vida que Dios y el destino me han deparado:
Primero y obligado es a mi familia, a Iriks que después de 12 años de tener que aguantarme, sigue conmigo, es una gran mujer, es una gran señora, es una gran madre y es y seguirá siendo una gran esposa. En este mismo sentido son mis motores, mis impulsos, mis dolores, mis deseos y mis anhelos: Alize y Bruno, Frida y Nimref, son causas y efectos, son motivos y respuestas, son aire y son cielo, son tierra y sueños, son mar y son futuros. Son todo y son yo mismo.
¿Por qué escribo? Porque estoy vivo, y vivo por que hay personas que me han enseñado que vale la pena seguir vivo, no solo por obligaciones, sino por la maldita necesidad de respirar día a día con todas nuestras energías. Ahí esta Yanis, ella sabe que mis pasos son de ella, que mis motivos caminan por su apoyo y compañía, ella es para ella con ella y para lo demás por los demás en sí. Da y no pregunta que hay a cambio. Escucha y reclama, debate y entiende, pelea y sabe perder, así como ganar. Este año es también de ella. Mi mundo básico termina aquí. Sin mis demonios, sin mi costilla y sin mi conciencia, no sería yo, así de simple.
Siempre, cada año, mi familia dibuja con sus colores y texturas, su vida en mi. Ahí esta Zita mi madre, Nazario mi padre y Zahira mi hermana. Son raíces, son tronco y son rama. Son soporte, son ellos  y yo con ellos.
Hay personas, de esas ajenas a las malditas leyes genealógicas, los amigos, los camaradas. Ahí esta mi Javis, que duele, y duele y seguirá doliendo, porque el hijo de puta no sufre y si sufre lo hace en silencio. No quiero uno más en la lista de los que “agonizan en voz baja por cortesía”, yo no quiero la Habana sin él, punto. Otro indispensable es Miguel Camarena, mi hermano que no somos nada, solo familia, este siguiente año suicida esa vida que por desconocida, no causa pecado. Se feliz hermano, porque lo mereces. No paso de largo a mi camarada Miguel Ángel Domínguez, ese que me hace gritar aquello de “ambos tiene sus celos y sus novias, sus divorcios, sus ángeles caídos, sus volcanes sus duelos,  sus filias y sus fobias”, somo nada, y eso es todo. Mi rencuentro con mi querido Alex, que tan complicado como intenso, tan directo como sensible, en fin, tan él sin mi, como yo sin él, pero necesarios.
Desgraciadamente me podría poner a escribir letras y letras, palabras tras palabras, pero ya es hora de dormir, el mar caribe me espera mañana. Hoy regrese a uno de mis paramos, de mis valles, de mis atolons, de mis aleph: Cancún y su Caribe cruel que me lleva a buscar la serenidad para no mandar todo al carajo, poner una cabaña y vivir de los pocos que se acerquen a decir: ¿viejo, tienes mojitos? Ya vendrá tiempos precisos.
Se les quiere a todos, así no sepa ni quien coño son, a fin de cuentas si no amas a la humanidad y sus vicios, no te amas a ti mismo, porque solo naciste, pero solo nunca estarás, hasta que te pidan que devuelvas las entradas.
Buen 2012 a todos.

martes, diciembre 13, 2011

"Todo por un maldito cable de fibra óptica"


No importa que digan que la tecnología aleja, aísla y desensibiliza. Mi paseo por la feria ha sido de altas y bajas, de nauseas y alegrías, de emociones extremas y dolores profundos. Han pasado por mi espacio cientos de personas, la gran mayoría, por no decir todas, ya han desaparecido. Fueron bits que se posaron en mi mente, en mi existencia y se fueron con un simple “supr” por donde llegaron.

Ella llego así, de forma espontanea, como las teorías ancestrales. Llego con al clik de un correo y con las primeras y sobadas palabras de siempre en un chat: "hola". Lo curioso aquí es que a ese "hola" le siguió otra palabra más, y después otra charla más, y después otra foto más, y luego una anécdota más, y de ahí una confesión más, y de eso en adelante lo único que siguió fue una larga cadena de cercanías vía un maldito cable de fibra óptica.

Aún recuerdo cuando desapareció por algunos meses. No quedo más que romper la barrera del ciberespacio y marca para preguntar: “¿cómo estás?”. Había sentimientos que no dejaban que desapareciéramos de la vida del otro.

Hoy día, ella ha concluido una etapa muy importante de su vida, una en la que le acompañe pobremente, pero ahí estuve. La conocí cuando salía a descubrir el mundo a través del conocimiento, de la academia, de esa convivencia con el ámbito universitario y todo lo que le rodea. Y me da alegría, orgullo, satisfacción y mucha ilusión que comience ahora el camino del ejercicio de esta actividad que no todos entiende, pero a los pocos nos apasiona.

Muchas felicidades Anna por ser una nueva Politóloga en este país tan necesitado de personas profesionales que comprendan a importancia de la política para el futuro de una sociedad. Y sí, gracias por ser mi amiga.

Atte.
Desde la siempre constante distancia…

Yop.

lunes, diciembre 05, 2011

-Bajo el cobijo del Dinosaurio- (reload)

Ante los grises tiempos que se avecinan en 2012, les ofrezco un texto de 2009 que tristemente está más vigente que nunca.

(publicado el 09 de julio de 2009 vía correo electrónico)

Muchas explicaciones se han dado ya sobre los resultados electorales del pasado 5 de julio. Desde el castigo al Gobierno Federal, al PAN por sus campañas de odio, los estragos de la crisis o las espeluznantes cifras de ejecutados por el narcotráfico; sin embargo pienso que hay una razón más que podemos agregar, e incluso ponerla en un nivel prioritario en lo que a relevancia compete: el nivel de cultura política en un sistema democrático liberal, como el que se dice tiene este país.

Poner únicamente sobre la mesa a los tres partidos es ver las cosas como ellos lo quieren: aceptar a la democracia sólo a través del prisma de la partidocracia. Pero me pregunto: ¿Dónde queda la sociedad? ¿Qué papel juega la sociedad civil organizada? ¿Qué no son los ciudadanos los que avalan y legitiman a los poderes con su sufragio? ¿Qué no somos la sociedad el ente generador del poder político?

La elección del pasado domingo 5 de julio, deja entrever lo que el presidente del ahora extinto Partido Socialdemócrata (PSD) expreso en su discurso de salida: “la sociedad mexicana es aún muy conservadora”, y es verdad. La sociedad mexicana en estos días se me ha figurado un niño “bien”, del tipo de chavos que durante todo el inicio de su vida ha contado con sus padres, pagándole el colegio, comprándole su ropa, dando la cara por él ante cualquiera, en fin, una persona que sin ser un inútil (porque no lo es, pensemos en alguien que saca buenas calificaciones, que cumple con sus deberes de casa, que maneja su dinero responsable, etc.), depende de sus progenitores para sobre vivir. Ahora pongamos a este joven ficticio en una situación de independencia, deja a los padres y ahora tiene el que ver cómo salir adelante; deberá de atender responsabilidades de su casa, pagar las colegiaturas de la universidad, buscar un empleo que le genere ingresos, y para colmo en casa ya no habrá quien le prepare la comida, le lave la ropa, le despierte por las mañanas, en fin, una situación de valerse por sí mismo en todos los aspectos. Aquí hay de dos sopas: si el joven fue bien educado, con valores y principios que lo hacen un hombre responsable, participativo, emprendedor y demás, pues sacará al “buey de la barranca”; pero si a sus padres les falto inculcarle eso, tal vez termine buscando la salida fácil o tomando decisiones en busca de quien le proporcione esa estabilidad que le hace falta (regresar a su casa, un matrimonio tal vez, etc.).

En esa circunstancia está la sociedad mexicana. Desde 1997 esta sociedad decidió, harta de la corrupción del sistema, ir cambiando a los actores políticos con la esperanza de que estos les dieran la estabilidad que deseaban; y tal vez en el fondo los nuevos políticos pretendían eso, pero pronto empezaron a actuar de manera similar a los que estaban antes, a caer en excesos, incapacidades, corrupciones, nepotismos, etc. No falto la entronización de un salvador que llegado el momento no estuvo a la altura y generó desencanto, frustración, coraje. A 14 años de ese inicio, la sociedad mexicana estaba en la calle, con ganas de salir a delante, pero sin saber cómo. Así que esperó la próxima llegada del tren para definir su destino. ¿Por cuál optó? Por la opción que en algún momento le dio esa sensación de bienestar. Pensó que nunca antes los diarios estaban plagados de muertos en cantidades abominables. Qué nunca antes vio como el gobierno estaba paralizado ante una crisis externa y dejó de hacer lo propio, recordó que la crisis del 95, endógena en ese caso, fue superada con acciones impopulares, si, pero al final entregó un país en el 2000 sin crisis sexenal. Pensó que los de antes, pues eran los de antes (como aquellos que siente que sus padres pudieran ser mejores, pero son sus padres y dicen los cánones morales que a los padres “no se les juzga”), y olvidaron que estaban votando por los hijos de políticos que son expertos en fraudes electorales, de políticos que reprimieron y sumieron a sus comunidades étnicas en la miseria, por los políticos que dicen tener la fórmula para sacar el país adelante, porque lo que saben muy bien es administrar el poder y sólo eso. Optaron por las frases de “administrar la riqueza”, “arriba y adelante”, por el regreso de la “solidaridad”, y creyeron de nuevo en la “renovación moral” y en el cambio de piel. Volvieron a endosarle su futuro a los que creen tienen la experiencia y la capacidad de hacer bien las cosas. Y si lo vemos desde ese prisma, creo que no había otra opción.

El PRI desde el año 2000 trató de hacer ver al gobierno panista como incapaz, como falto de experiencia; lo peor del asunto es que Don Vicente Fox más rápido que tarde les dio la razón, y con errores y declaraciones desafortunadas abonó para que surgiera la figura de López Obrador, el cual sí representaba un peligro para México, pero no para el México de usted o yo mi querido lector, no, para otro México, uno de tantos que hay, el México de las oligarquías. López con sus discursos levanto a la gente e hizo temblar a los grupos en el poder, por que el miedo no era un gobierno social o populista como ellos decían, sino la llegada de una nueva clase política que como en otros países, llegarán para hacerse del poder, del dinero y de los recursos. Ese fue el miedo. No el miedo al señor de la tienda de la esquina, ni al campesino de la Sierra de Guerrero, ni al purepecha, menos al chavo del micro o a la secre del Lic. Fulano de Tal. Esos nunca hemos contado, ni para ellos ni para nadie. Sin embargo en 2006, ante ese riesgo tomaron por la cara al PAN y apoyaron su proyecto de candidatura; de esa forma vimos a los gobernadores del infame “TUCOM” y a la “entrañable” maestra Elba Esther Gordillo, ponerle a disposición su aparato político. Y polémicamente, pero gano Calderón.

Ahora bien, ¿realmente algún panista pensó que el PRI se sentaría a ver las elecciones del 2009 como en el 2006? Si fue así (que creo lo fue) pecaron de ilusos. El PRI tiene toda la experiencia del mundo en lo que a control de estructuras políticas se refiere, lo malo fue que del 2000 al 2006 no tenían una figura que supliera la posición angular de la conducción del partido que tenía el Presidente de la República, y salió un Roberto Madrazo que lo único que pretendía era la silla del águila, y por eso falló; de ahí la opacidad del PRI en el 2006. Pero 2009 no era 2006, poco a poco el PRI fue demostrando que tenía el control de los estados donde gobernaba, a pesar de los problemas que se suscitaran: Marín gano todo en Puebla en sus elecciones intermedias, Moreira terminó de desaparecer al PAN de Coahuila, Herrera consolidó su control en Veracruz, Natividad fue allanándole el camino a su gallo en Nuevo León, y así todos y cada uno de los estados. Recuperaron Yucatán y Nayarit. El “dinosaurio” (como le llaman), estaba vivo y daba pasos firmes.

¿Cuál fue el secreto del 5 de julio? La consolidación de ese cuerpo colegiado que conforman los gobernadores, los líderes de las bancadas del congreso, la presidenta del partido y los líderes de sus sectores (el obrero, el campesino y el popular). Ese conclave fue el artífice de la estrategia. Una estrategia enfocada a parecer esa madre o padre amoroso que espera al hijo de regreso después de una cuantas noches fuera de la casa, hambriento, temeroso, inseguro, con ganas sólo de una cosa, de sentirse “cobijado”. Crearon la imagen de patriotas en la toma de protesta de Calderón, llegando con banderas en la mano. Evitaron que las divisiones entre izquierda y derecha los tocaran. Dejaron en el ring a López y a Calderón en su lucha en lodo, mientras ellos con su cesto de palomitas en mano, observaban. La necesidad de seguridad, de certidumbre, de tranquilidad, es lo que ha movido a la humanidad a dejar de ser nómadas y buscar el sedentarismo, y de ahí “pa’l real” como decía mi abuela. El reto es enorme para los pocos que aún pensamos que este país no está bien, ni con unos, ni con otros; esos casi dos millones de ciudadanos que anularon su boleta o votaron por un candidato no registrado, debemos de pensar que hay acciones muy difíciles de realizar en el futuro.

La educación cívica de esté país que se imparte en las escuelas, genera votantes como los casi trece millones que votaron por el PRI, o los diez del PAN, o los más de un millón que votaron por “Juanito”. Ciudadanos que merecen que les cumplan aquello que buscaron al sufragar por ellos o por cualquier otro partido. Lo triste es que no será así. México necesita a su pueblo, un pueblo que tenga la convicción de que se debe y puede estar mucho mejor de lo que se está hoy; un pueblo con cultura política medianamente democrática, que sepa participar por sí mismo y exigir de quienes fueron depositarios del poder, que sólo recae en el pueblo mismo, los resultados reflejados únicamente en un desarrollo y bienestar de todos y no sólo de unos cuantos. Mientras nuestro sistema educativo no genere este tipo de mexicanos, seguiremos viendo como nos cobijamos a la sombra del dinosaurio “pa’ que no nos de duro el sol”.

Terminó como un pendenciero, gritando a la puerta del lugar:

¡¡¡Si hay Sociedad Civil Organizada en este país, que se pare a ver si como ronca duerme!!!

Atte.
...Donde El Olvido

Erubey Gtz