La novedad
de esta semana ha sido el estreno del documental “De Panzazo”, realizada
por Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret deMola. Dicha cinta ha causado revuelo por
supuestamente cuestionar el sistema educativo de este país, por develar lo que
pasa dentro de las escuelas y de las aulas, por encarar a las autoridades de
gobierno y sindicales, por mostrarle a los padres de familia su gran
responsabilidad dentro del proceso de formación de sus hijos. Un trancazo
contundente, revelador, impactante.
Hasta aquí
el corto cinematográfico y la ficha de no más de un crítico de cine o analista
político. Pero la realidad es otra.
“De
Panzazo” inicia advirtiéndonos que saldremos conmocionados por lo que veremos,
que nunca habíamos visto lo que pasa dentro de los salones de clase y que se
espera que México sea otro a partir de ver esta película. Falso.
Los minutos
pasarán y veremos la realidad que todos, absolutamente todos sabemos: que los
maestros no son evaluados, que por ello muchos no tienen el nivel profesional
que requieren, que las escuelas están en pésimo estado físico, que hay padres
que no atienden a sus hijos, que los chavos (de secundaria únicamente, menos
Jovany, el protagonista del Documental) no tienen mucha esperanza de recibir la
educación que necesitan, que los Secretarios de Educación se rinden al poder del Sindicato desde
tiempos de Salinas, y también desde esa fecha el magisterio está en manos de
una sola mujer: Elba Esther.
¿Porqué
tanto revuelo por un documental que no muestra más que cualquier otra
investigación periodística de cualquier medio o en documentales independientes
muchísimo más contundentes? Porque estamos en 2012, porque se juega la
Presidencia de la República, porque el PRI y su Copete que se candidatea van
arriba en las encuestas, y porque no hay sindicato más poderoso en
Latinoamérica que el del magisterio mexicano. Incluso a niveles de los
Transportistas de EEUU (The Teamsters;. Y me explico.
Para nadie
es desconocido, incluso para los panistas, que el triunfo de Felipe Calderón se
lo debe en una gran parte al sindicato de maestros y a su líder Elba Esther.
Ese sindicato controla puestos dentro del Gobierno como lo fue la Lotería
Nacional, Seguridad Pública (en un inicio del sexenio) y el ISSSTE; tienen Diputados
y Senadores que venden caro su amor llamado voto. ¿Cómo enfrentar un poder de
esa magnitud sin que te rindas en el intento o peor, que como los cazadores de
sirenas termines hechizado por su canto y el cazado seas tú?
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Elba y Loret: El Golpe mediático |
Pues para
el PRI de Peña Nieto, que no es otro que el PRI de Carlos Salinas, la forma de
controlar ese poder, es debilitando ese mismo poder. No hay mejor manera de
noquear a tu adversario que agarrándolo en su momento de mayor cansancio y
debilidad. Así que vamos a la receta del jefe de jefe: 1) Ábrele las puertas de
par en par, que tu casa sea su casa, sus amigos los tuyos y los proyectos los
mismos. Entrégate sin condiciones, bueno, con algunas. 2) Con los dedos en la
puerta, cambia de parecer, dile que si la quieres pero como amiga, no como la
pareja ideal. Dile que vale mil, pero que los votos ya no los cuentas de diez
en diez, y que ahora los espacios ya no son para ellos. 3) Ya con el viejo amor
con maletas en la calle, los estarás obligando a que la chuleta les cueste por
el propio sudor de su frente amplio. Con eso los pones al filo de la
cancelación del registro, ya que de pronto te acordaste que se veía toda una
dama, pero en el closet a escondido más que un esqueleto, acá se le llama
Coordinadora Nacional. 4) ¿Para qué son los cuates, sino para escribir unos
artículos chulos de bonitos en loas y vítores a tu persona? Y no hay mejor
cuate que él se avienta al ruedo por ti, y aunque no hace “chicuelinas” ni
“verónicas”, la hace de payaso de rodeo y las cogidas ya no son un peligro. Así
que saca una película con dedicatoria mediática, pégale con tuvo a la líder de
líderes y de paso a su hijo bastardo llamado “Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación”.
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Gabriel Quadri |
No hay
mejor forma de domesticar al León que quitándole la espina del pie. Es un regalo
tener a una Elba Esther abatida por los medios y la opinión pública con una
película polémica, con el reto de enfrentar la campaña sola y la consecuente pérdida
del registro de su partido político; ya sin escaños en las Cámaras y con un desgaste
de décadas al frente del SNTE, su domesticación será inminente. Un Dios de
rodillas será, a fin de cuentas, siervo de a quien se le postra.