jueves, febrero 09, 2012

Ya no hay Flor...




Estrujado quedo el corazón cuando ya no vio aquel destello en sus ojos.
¿Dónde se habían perdido? ¿En que pantanos fueron tirados?
Ya no estaba la silueta, ni la risa, ni los encantos.
La mente recorrió pasados, momentos, espacios, recuerdos gratos.
Llegaron lugares fríos, cálidos, lluviosos…
Tardes, mañanas, anocheceres…

Ese despertar de domingo, el alma se angustió solo de verle.
Ya poco quedaba de aquel ser que ilumino el camino.
¡Es ahora un pequeño cuerpo carcomido por no sé qué maldición!
Las ganas contenidas de un abrazo, de una caricia tierna con riesgo a ser de lástima.
Tomaba en sus brazos una vida pequeña de no sé cuantas más haya parido.
Ya no había una flor radiante, la vida de tres décadas la ha deshojado vilmente.

Ya no queda una flor en ese valle, solo un tallo marchito que se seca rápidamente.

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