martes, marzo 20, 2012

¿PAN TOSTADO?



Nada es más triste que ver la miseria humana en todos los aspectos. El domingo nos toco evidenciar la política, esa actividad que gracias a los partidos políticos de este país, se ve como algo viciado, corrupto, pueril, sucio, inmoral y hasta criminal. La política lejos de servir a México, ya estorba. Pero no es la política por la política misma, es el caduco sistema de partidos que ya es disfuncional, no representa a la ciudadanía solo a los grupúsculos de poder que se han adueñado de ellos, son estos quienes acceden al poder por medio de espacios importantes, las diputaciones locales, ayuntamientos pequeños, y alguno que otro cargo por nombramiento lo dejan a los “líderes que se lo merecen”, pero solo es baño de democracia y apertura, ya que los espacios importantes son y seguirán siendo para ellos, solo para ellos.

Ese es el triste caso de Morelos. El PAN en esta entidad vivió una borrachera de triunfalismo en el año 2000, embriaguez que les duro tres años, ya que desde el 2003 comenzó la resaca electoral que poco a poco los ha ido consumiendo. Lejos de conformar una estructura partidista fuerte y consolidada, el grupo llamado la Sagrada Familia se adueño del partido y por ende de los espacios de control. Y esto no es una declaración al aire o producto de sentimientos personales, es la realidad que se comprueba fehacientemente, ya que cada tres años se pierden y pierden elecciones por la falta de nuevos liderazgos reales y de renovación de cuadros. En 2003 perdieron tres municipios importantes del sur y norte del Estado, en 2006 perdieron escaños en el Congreso y todos los municipios de la Zona Metropolitana, en 2009 perdieron todos los distritos electorales, menos uno, y dos municipios básicos: Cuernavaca la capital y Cuautla. Hoy día, rumbo al 2012, van a entregar el Gobierno del Estado (o ya lo entregaron por lo que se cuenta entre pasillos) y difícilmente se puede hablar de recuperar la capital o algún municipio importante.

 ¿Qué pasó? ¿Porqué un partido dilapida de esta manera el capital político que la alternancia le otorgó en el 2000? ¿Es tan cortoplacista el proyecto político de Acción Nacional? Yo creo que sí a la última pregunta, por ambición y mezquindad es la respuesta a la segunda, y ahora les doy el botón de muestra para responder la tercera.

Demetrio, Adrián y Alejandro
Era la mañana del pasado domingo 18, estábamos por comenzar la jornada electoral interna del PAN en Morelos, en mi municipio los panistas elegirían candidato a Gobernador y la lista de diputados plurinominales; al mismo tiempo la población en general votaría para saber quién sería el aspirante a la Alcaldía. Una elección cerrada a militantes y otra abierta a la población. Comenzaba la jornada, y con la llegada de los “representantes” del Comité Directivo Estatal se dieron las primeras irregularidades. Siendo dos elecciones con diferentes características, lo lógico era tener dos mesas directivas de casilla, ya que una sería con padrón en mano y otra sin más control que la credencial de elector, además de que en la elección abierta se tenían dos casillas, una en cada localidad de las dos más pobladas, la elección cerrada solo tenía una casilla en las oficinas del partido. Pero por “disposición oficial” no pusieron mesa directiva para la casilla de Gobernador y plurinominales, y dejaron a los pobres muchachos de la elección abierta a que se hicieran bolas con ambas, después pretendieron que tanto panistas como ciudadanos hicieran una sola fila, alterando el orden que ya se tenía de dos filas, porque sus intenciones era formar detrás de casi mil personas a los panistas que ya estaban en la fila y de esta manera inhibir la votación que se sabía contraria al candidato de la “línea”. Otra anomalía fue que los representantes del Sr. Adrián no tenían acreditación como todos los demás, y la enviada del comité expresó: “esas vienen junto con el paquete electoral” (¿Qué no era  un proceso imparcial? ¿Por qué la autoridad electoral trae las acreditaciones solo de uno de los candidatos?), por cierto dichas acreditaciones nunca fueron mostradas. Ante la presión de los militantes de poblados fuera de la cabecera municipal, de que no era justo hacerlos formar dos veces por varias horas, la lógica se impuso (no sin unas cuantas protestas fuertes) y se respetó la fila de miembros para que pudieran votar en las elecciones cerradas. La jornada se desarrollo con contratiempos por la falta de capacidad de la representante del Comité Estatal y de capacitación a los jóvenes que se vieron inmersos en un proceso de gritos y jaloneos de la ciudadanía. No supieron poner orden, calmar ánimos, ni dar explicaciones  claras. Al final las cosas se dieron como se tenían que dar en los resultados: ganó como candidato a Alcalde el no beneficiado por “la línea”, por más que le impusieron en la mesa directiva de ambas casillas gente simpatizante declarada del otro precandidato, y obviamente ganó por un margen de dos a uno el Arq. Demetrio Román sobre Adrián Rivera en la elección a Gobernador. No obstante y dadas innumerables anomalías que se dieron en todo el Estado y sobre todo en Cuernavaca, al final el ganador fue Adrián Rivera. Al enterarse de esto los “representantes” nunca acreditados de Rivera y la enviada del Comité Directivo Estatal festejaron con gritos y vivas delante de todos los demás, quienes solo pudimos sentir pena ajena por ver su falta de ética política (y hasta moral). Una de ellas solo espetó: “no importa que no ganáramos aquí, este municipio no importaba” (nunca ha importado al PAN de hecho) salieron de la oficina y se tomaron la foto del “triunfo” (ellos como “operadores” perdieron realmente) frente a las oficinas con la enviada del Comité Estatal abrazada de todos ellos. 



En esto se ha convertido ya el PAN en Morelos, en una copia bizarra del autoritarismo del PRI. Qué pena. 

1 comentario:

Alejandro Gamboa dijo...

De la mierda el asunto. De acuerdo con sus conclusiones. Pragmatismo, cortoplacismo y enanismo político.