miércoles, abril 29, 2009

Diserciones sobre una pandemia


Estos días son muy complicados. Las verdades son muchas. Las mentiras no las sabemos. Lo único que nos queda es atender al sentido común y al de superviviencia.

La pandemia inminente que estamos viviendo ha despertado muchas interrogantes:

1. (La mas preocupante) ¿Es verdad lo que está pasando?
2. ¿Por qué de las muchas personas que conocemos nadie está enfermo?
3. ¿Cuántos son los enfermos reales?
4. ¿Es una mentira del Gobierno?
5. ¿Es una mentira de las elites mundiales para reactivar la economía?
6. ¿Está haciendo México las cosas bien (si es que en verdad hay ese virus)?
7. ¿Sirven de algo las famosas medidas?

Estas son las más importantes, y con afán de dar un punto de vista quiero contestarlas de manera muy personal:

a) Creo que es más que un hecho la existencia del virus a nivel MUNDIAL. La OMS antes del primer caso presentado en México ya tenía un grado 3 en la escala de una enfermedad que se puede volver una pandemia. Con ello podemos observar que el virus ya había sido detectado (principalmente en EE UU). Mi muy particular punto de vista es que al ser una enfermedad muy similar a una gripe, tanto autoridades, como la población, no sabía que estaba ante un nuevo virus.

b) Se habla de miles de personas que presentan síntomas de la enfermedad, sin embargo pensemos que solo en el Valle de México y Zona Metropolitana habitan más de 20 millones de personas. Aquí si quiero hacer notar que versiones de trabajadores del sector salud hablan de que son muchos más los casos, pero esa incertidumbre de que no conocemos a nadie enfermo pone en duda muchas cosas. Los casos existen, y por lo menos yo doy gracias de que nadie de mis conocidos esté enfermo.

c) Se habla de que los muertos son muchos más, pero con mi comentario anterior entramos en una duda muy confusa.

d) No es una mentira del Gobierno, en tal caso la mentira podría ser el nivel real de infección que tenemos en México. Las medidas creo que han sido adecuadas, pero por las mismas dudas las personas no las están tomando de manera correcta. DEJEMOS DE PREOCUPARNOS Y MEJOR OCUPEMONOS para prevenir. Las versiones de que es para desviar la atención a la crisis y a las elecciones es más que ridícula y obtusa.

e) Podríamos pensar que la versión de una maniobra mundial de manipulación para reactivación de la economía en crisis no es tan descabellada. Soltar un virus, poner a todos en actividad, reactivar un sector productivo (el farmacéutico y de salud) y con un breve periodo de tiempo estabilizar y aniquilar el mal, es una acción que se puede tomar como orquestada; mucho de ello lo provoca la última sesión del G20 y causa mucha expectación la gira de Obama a varios países. Por eso, en este punto, opino que si el problema se controla durante el mes de mayo, la teoría del complot sería muy viable; si por el contrario pasa a ser de varios meses el combate, control y prevención de la enfermedad (que se entiende como medidas de atención a los enfermos, de control del contagio y de elaboración y distribución de una vacuna), podríamos hablar de una pandemia no provocada.

f) Creo que se están haciendo las cosas bien; un ejemplo claro de ello: el señor que vela por el pueblo y se ostenta como redentor de las causas populares, Don Andrés Manuel López Obrador, ha guardado silencio. Los gobiernos de los tres partidos políticos principales se ven afectados (PRD-DF, PRI-EDOMEX y PAN-Gobierno Federal y SLP). El restringir el contacto con otras personas es porqué el virus se contagia por vías respiratorias y sobre todo por medio de la saliva.

g) Por último, las famosas medidas se deben de aplicar usando el sentido común:

a. Uso del tapabocas. Se debe de usar solo cuando estemos ante otras personas a una distancia menor a un metro. No todo el tiempo. El tapabocas evita que nos llegue el virus de otras personas y en los casos de personas enfermas de gripe, neumonía o de la misma influenza humana, deben de usarlo siempre y con un grado de protección un poco mayor.

b. Limpieza. Lavarse las manos aproximadamente cada hora. Limpiar las áreas de trabajo, cocina y demás. No compartir cubiertos, platos y vasos. No escupir en el suelo. No estornudar al aire. Desechar los pañuelos usados en una bolsa de plástico.

c. Evitar los saludos. No dar besos, ni saludar de mano. Esto es por lo de la saliva, en el caso de la mano, muchos aún se tapan con la palma de la mano un estornudo.

d. Automedicación. No usar ningún medicamento que aminore algunos de los síntomas: fiebre, dolor de cabeza y cuerpo, escurrimiento nasal e irritación de garganta o tos. Ante la presencia de estos (sobre todo la fiebre de más de 39º) acudir a los centros de salud.

Les repito, no podemos ser tan ingenuos como para comprar al 100% todo lo que dice el gobierno, pero tampoco lo que dicen aquellos que profesan el “no pasa nada”, “es mentira”, “nos vale madre”. Por eso es muy importante usar la única herramienta que tenemos para poder hacer frente a la enfermedad: el sentido común.

Hablamos de nuestra salud y de la de nuestras familias. Así que, mentira o no, manipulación o no, las medidas no están muy ajenas a lo que debería de ser una actitud más limpia. No nos quita nada.

Si hasta la fecha ningún conocido ha enfermado, que bueno, esperemos que siga así, porque lo estimo a todos.

Atte.
… Donde el Olvido

Erubey

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